viernes, 9 de julio de 2010

Ejercicio 2

Este ejercicio nos lo mandaron para hacer en casa. Hacía mucho que no tenía deberes para hacer. Fue una sensación extraña. Muy buena, pero extraña.

El enunciado del ejercicio era: "Mi habitación y yo". Se trata de escribir una escena (que podría ser la primera de una película sobre nuestras vidas) en la que describieramos la habitación en la que vivimos y nos colocáramos a nosotros mismos en la situación más común en la que estemos en ese cuarto. Lo hicimos todos y lo leimos en clase. El profesor nos hizo unas correcciones. Aquí voy a publicar el ejercicio ya corregido. En mi caso, además de unas correcciones formales y de escritura, el profesor me pidió que escribiera otra acción diferente porque luego haríamos un ejercicio partiendo de este.

"DIAS INFERNALES"

INT/EXT. PISO FAMILIAR, HABITACIÓN DE GUILLERMO - DÍA

Habitación pequeña, perfectamente ordenada y  prácticamente vacía. A un lado de la habitación, una cama pegada a unas paredes blancas sin ningún tipo de decoración. En frente de la cama, una cómoda con una gran televisión y la ropa del día siguiente doblada. Al otro lado de la habitación, una mesa de estudio. Sobre ella, en una especie de altarcito, varias fotografías de GUILLERMO y su novia, junto a regalos de ella como un libro-diario y una preciosa manualidad. Delante de la mesa, un corcho con muchas entradas de cine, de teatro, de deportes, de conciertos y de otros tipos de eventos. En la pared central, una gran ventana que da a un patio interior del que llegan conversaciones y distintas músicas.

Con un calor infernar, se encuentra GUILLERMO, de unos 25 años, delgado, con una barba típica del siglo dieciocho, en pijama y con aspecto de no haberse duchado en días, sentado en una silla delante de la mesa. A su alrededor tiene muchos libros y papeles llenos de fórmulas matemáticas. GUILLERMO está garabateando en un fólio la resolución de un problema. En el corcho tiene colgado un calendario con un día marcado en rojo en el que se lee la palabra "EXAMEN".


Como comentarios, se puede decir que la idea era transmitir en pocas lineas la información necesaria para describir al personaje contanto brevemente donde vide y qué hace allí. Había que indicar los aspectos importantes y no perderse en detalles. Cuando se escriben guiones, las palabras y frases se convierten en minutaje de pantalla. Hay que ser conciso. No se puede hacer una descripción de un lugar que ocupe dos páginas. Pero hay que ser muy concreto. Siempre huir de adjetivos vagos y dejar bien definidas las cosas que hay en la escena con enumeraciones. No es un ejercicio tan fácil como parece. Al describir un lúgar, la literatura viene rápido a nuestras cabezas y hay que saber rechazarla con cabeza. Al escribir un guión hay que pensar en imágenes y planos, aunque luego lo expresemos en palabras.

Este ejercicio puede parecer un poco aburrido pero dió pie al siguiente que fue mucho más divertido. Espero aún así que os haya gustado.

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